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El joven Marcelo Sosa Díaz fue puesto en libertad a las 18:05 del lunes último. Según relató en entrevista con ABC TV, luego de firmar el acta de su libertad fue hasta el Departamento Judicial de la Policía Nacional, donde lo esperaban sus padres. Declaró que según explicaciones de la Fiscalía, lo excarcelaron porque los resultados de los peritajes y las investigaciones realizadas en el marco de la causa no lo vinculan con los asesinatos.
Expresó que conforme al testimonio que brindó al Ministerio Público, se concluyó que no tuvo participación directa en los homicidios y que está relacionado de forma circunstancial, debido a que estuvo en la casona ubicada en Oliva entre Montevideo y Ayolas de la capital, días después de la matanza.
“Por curioso me presenté a la casa el día del hallazgo de los cadáveres”, manifestó el joven, que se encuentra procesado por el asesinato de los esposos Julio Rojas Delvalle (52) y Elva Graciela Rodas (51), la hija de estos Dalma María Rojas Rodas (25) y los dos vástagos de esta, Cristian Santino Barrios Rojas (6) y Saulo Pío Nahir Rojas (4).
“El comportamiento de Bruno era normal. No hablé tanto con él. En la casa se realizó una reunión de los compañeros de trabajo de mi hermana Araceli”, alegó. “Perdí tres meses de mi vida. Para la ciudadanía quedé como un asesino”, indicó Sosa.
Enfatizó que pasó los peores meses de su vida cuando estuvo recluido en Embocada y que debido a su detención perdió su trabajo. Denunció que recibió maltratos por parte de las autoridades penitenciarias.
“Hasta los propios celadores te dicen cosas y pensé en suicidarme”, subrayó el hombre luego de recuperar su libertad.