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La víctima fue identificada como Miguel Alegre, de 78 años, cuyo cuerpo fue encontrado en uno de los pasillos de inquilinato, a un metro de una ventana donde aparentemente pretendía llegar para salvar su vida.
El bombero Marcos Lezcano aseguró que el hombre falleció asfixiado por el humo, aunque también mencionó que presentaba quemaduras de segundo grado en algunas partes del cuerpo.
Poco después del mediodía, vecinos de la cuadra fueron alertados por la densa humareda que emanaba de la planta alta del edificio.
Aparentemente las llamas se iniciaron a raíz de un cortocircuito en un improvisado depósito, donde estaban amontonados varios elementos altamente inflamables.
Rápidamente las llamas alcanzaron el cielo raso de madera y en cuestión de minutos todo el lugar estaba en llamas y saturado de humo.
Los rescatistas sospechan que Miguel Alegre estaba en la parte posterior cuando se desató el fuego e intentó llegar hasta la ventana pero cayó en el pasillo un metro antes de alcanzar su objetivo, donde lo encontraron muerto.
Policías y bomberos trabajaron durante varios minutos para controlar las llamas y evitar que se propagasen a las otras dependencias del inquilinato que, según explicaron, anteriormente funcionaba como una clínica privada.