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El jefe narco comandaba la estructura que fue atacada el 1 de mayo pasado en su “cuartel” de la colonia Piray, en el distrito de Karapã’i, departamento de Amambay.
En aquel procedimiento, que fue dirigido por los fiscales Marcelo Pecci, Hugo Volpe y Alicia Sapriza, resultaron abatidos cinco miembros de la gavilla, el brasileño Elso Alan Ribeiro Barros y los paraguayos Rubén Portillo, Pablo Javier Ocampos, Richard Alexander Fernández Duarte y Silvino Arce Benítez, según los intervinientes. Robertí se salvó de morir pese a que acusó un tiro de refilón en la cabeza. El análisis de su celular permitió el hallazgo de fotos y videos en los cuales aparecen los ahora abatidos trabajando en la producción de marihuana, portando armas de guerra y amenazando a niños indígenas, a los cuales secuestraron de sus comunidades para obligarlos a trabajar en la producción de drogas.
Justamente, una de las prioridades ahora es conseguir que Robertí cuente qué pasó de los niños nativos a los cuales mantenía esclavizados, ya que se cree que algunos fueron asesinados.