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Fuentes militares señalaron que en el ámbito castrense de Concepción se comentaba hace ya un tiempo que el mayor Roberto Javier Díaz era amigo de Escurra y que su jefe inmediato, el general Ortega, tenía conocimiento de esa amistad, por lo cual posiblemente también era beneficiado por la “ayuda” que brindaba el ahora liberado delincuente. Por lo citado, desde el primer momento el general se negó a pedir el cambio del Mayor Díaz, según fuentes.
Llamó la atención que el comandante del Ejército, el Gral. Derlis Cáceres, dejó de lado al comandante de la 4ª División de Infantería Gral. Eulogio Ortega, así como el inicio del sumario al destituido mayor Javier Díaz y que además decidiera que el Gral. Gustavo Meaurio, comandante del I Cuerpo de Ejército con sede en Curuguaty, fuera el que ponga en posesión de cargo al nuevo comandante militar de Capitán Bado, el mayor Sung Hoon Jang.
Fuentes militares indicaron que el comandante del ejército, el Gral. Derlis Cáceres, con la medida adoptada envía un mensaje subliminal al Gral. Eulogio Ortega, quien estaría en la cuerda floja en el cargo de comandante de la 4ª División de Infantería asentada en Concepción.
Cabe recordar, que el mayor Roberto Javier Díaz, comandante del Destacamento Militar Nº 2 “Capitán Bado”, en la madrugada del 3 de setiembre se encontraba escoltando en dos camionetas, una de la marca Chevrolet modelo Captiva de color blanco y otra de la marca Volkswagen modelo Amarok de color negro, al narcotraficante Felipe “Barón” Escurra Rodríguez hasta Capitán Bado, junto con tres subalternos, después la llamativa liberación del sospechoso que fue ordenada por el juez Leonjino Benítez Caballero.
La comitiva fue parada a la 01:00 para un control, en el puesto policial de la colonia Panadero, en las afueras de Capitán Bado. En ese momento el mayor Díaz se identificó como el comandante del Destacamento Militar de Capitán Bado y señaló a los policías que estaban escoltando al peligroso narco, ya que según el mayor Díaz el mismo contaba con supuestamente con una amenaza de muerte.
Por otra parte, el fiscal Martín Areco indicó que presentó la apelación contra lo dispuesto por el juez Leonjino Benítez, de liberar al supuesto narco Escurra. A partir de la presentación de la apelación, el próximo trámite será correr vista a la defensa en un plazo de cinco días.
Tras dicho trámite la Cámara de Apelación tiene plazo hasta diez días para expedirse, si se emite una nueva orden de arresto contra Escurra o no. Así, en total existen 15 días para que se defina el regreso a prisión o libertad del citado.