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MINGA GUAZÚ (De nuestra redacción regional). Desde la cárcel regional el exedil Gustavo González aseguró tener las pruebas que demostrarán que no fue él quien disparó a su esposa, el 26 de febrero de 2012. Admitió que mantuvieron una fuerte discusión antes de que su pareja tomara la determinación de suicidarse y que venían teniendo problemas conyugales frecuentes por distintas razones, entre ellas los celos de la mujer.
González reclamó que la fiscala no tiene en cuenta la declaración de sus hijos, quienes son los que se encontraban en la casa en el momento del supuesto suicidio. Los mismos habían desvinculado a su padre como supuesto autor del disparo contra Mariza Aguayo. “Mis hijos declararon tres veces que no soy un asesino”, expresó.
El procesado dijo no confiar en los resultados de la necropsia realizada por el Ministerio Público y la Policía, asegurando que existen fotografías que muestran que su esposa tenía restos de pólvora en varias partes del cuerpo. “La fiscalía no tiene elementos objetivos para decir que yo disparé contra mi esposa”, señaló.
Según González, el informe del médico forense dice que “es poco probable que haya sido un tiro autoinfringido”, pero que tampoco menciona que es imposible. Recordó que en el fatídico día, él amaneció trabajando en la organización del carnaval minguero, al igual que su esposa, quien estaba consumiendo bebidas alcohólicas, que pudo ser uno de los factores para que la misma tomara la drástica determinación de autoeliminarse.
Lamentó que a raíz de ese hecho, hoy día sus hijos de 17, 13 y 7 años, están prácticamente huérfanos.
“Ellos están viviendo en casa, a cargo de una empleada doméstica y mi papá, mientras tengo que estar en la cárcel, esperando lo que resuelva la Justicia”, expresó.
Añadió que su esposa llegó con vida y consciente hasta el Sanatorio Internacional de Ciudad del Este, donde manifestó a uno de los médicos que fue ella la que se autodisparó. “Ni siquiera esa versión tienen en cuenta en la fiscalía, incluso el doctor Julio Cascán (Directivo de Internacional) puede confirmar. Existen elementos objetivos que demuestran mi inocencia”, dijo.
El exconcejal se defendió de las versiones que dicen que él estuvo prófugo desde el día en que su esposa murió. “A mí me imputaron desde diciembre del año pasado recién, antes de eso yo era un testigo y nada más”, aseguró.
La fiscala Fátima Burró explicó que no aceptará ningún pedido de reconsideración consistente en otorgar medidas sustitutivas a la prisión, teniendo en cuenta la expectativa de pena asignada para un hecho de homicidio doloso. Mencionó que el estado de salud del procesado tampoco es causal de que el mismo lleve el proceso estando con un arresto domiciliario.
Igualmente, la representante de la sociedad afirmó que cuenta con elementos válidos que pueden sostener que el autor del disparo es Gustavo González. “Tenemos los informes del personal de Criminalística y del médico forense, que comprometen la situación del procesado”, aseveró.
La agente fiscal admitió que no fue realizada la prueba de parafina al encausado, ya que el mismo estuvo ausente por unas 12 horas después de haber ocurrido el hecho.