La inusual persecución se inició alrededor de las 04:00 de ayer, cuando el supuesto delincuente fue perseguido por una turba que, además, utilizó a dos enormes perros para tratar de alcanzarlo.
Al verse acorralado, Ariel Rolón no tuvo otra opción más que lanzarse al arroyo Mburicaó, en la zona de Vía Férrea y Lombardo.
Un montículo de tierra amortiguó de cierto modo su caída, pero de todos modos se fracturó ambas piernas y se golpeó la cadera, aunque igual cruzó el arroyo y trepó la muralla de la casa de un vecino. Ya en el patio de la vivienda, el marginal no aguantó el dolor y pidió socorro. Los gritos despertaron al dueño de casa, identificado como Eligio Mongelós, quien relató que llegó a ver a por lo menos tres personas y los dos perros que observaban a lo lejos.
Estas personas le confirmaron a Mongelós que venían persiguiendo al joven para lincharlo, ya que había cometido un robo, pero al notar las severas heridas que sufrió el delincuente optaron por marcharse, como el resto de la turba.
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Finalmente, el joven fue auxiliado por bomberos. Intervino la comisaría 20ª Metropolitana.