De acuerdo con fuentes antidrogas, las mismas que habían participado en noviembre de 2004 del operativo de desmantelamiento de la red internacional dirigida por Iván Mendes Mesquita, el “socio” de este último, Leoncio Mareco, “perdió” desde entonces solo US$ 5 millones de los US$ 15 millones que la Fiscalía comprobó que obtuvo mediante el narcotráfico.
En su momento, el Ministerio Público había conseguido una elevada condena de 20 años de prisión para Mareco, por los delitos de tráfico de drogas, lavado de dinero y asociación criminal. En tanto que su esposa, Zulma Ríos Duarte, recibió 10 años por lavado de dinero.
Fue porque la pareja no pudo justificar el ingreso de unos G. 57.000 millones en un periodo de cuatro años.
De la modesta vida que llevaban en San Estanislao, departamento de San Pedro, Leoncio Mareco y Zulma Ríos pasaron a los lujos gracias al narcotráfico y, especialmente, a la “fructífera” sociedad que hicieron con el “pez gordo” brasileño Iván Carlos Mendes Mesquita (57). Este había sido extraditado a Estados Unidos en 2007, pero retornó a su país hace un par de años tras cumplir una leve sentencia de siete años, por colaborar con la DEA.
De prestanombre a “patrón”
Supuestamente, Mareco se inició en el narcotráfico como testaferro de Mendes Mesquita, al poner a su nombre la estancia “Ko’êju” de Carmelo Peralta, donde la organización recibía al menos una tonelada de cocaína por mes desde Bolivia y Colombia, que remesaban al mercado brasileño y al de los Estados Unidos.
Rápidamente, Mareco pasó a dirigir una de las células de la red y finalmente se posicionó como “socio” de Mendes Mesquita, hasta que cayeron en una operación de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) cuando recibían una carga de 260 kilos de cocaína, el 24 de noviembre de 2004.
De acuerdo con el seguimiento que hicieron los antidrogas, en este periodo de 10 años, Leoncio Mareco habría gastado solo una tercera parte de su fortuna detectada por la justicia.
El resto del dinero mantuvo siempre en movimiento a través de la cadena de empresas que le manejan sus prestanombres.
Precisamente, ahora que consiguió un “permiso” para salir de Tacumbú por seis meses, Mareco estaría intentado captar la mayor cantidad de fondos posibles para comprar su libertad definitiva.
Los antidrogas temen que el narco alegue una supuesta enfermedad, la misma excusa que empleó la jueza Lourdes Scura para concederle su libertad provisional en diciembre pasado.
Según las estimaciones, Leoncio Ramón Mareco tendría al menos 10 millones de dólares para negociar con las autoridades judiciales para evitar su retorno a la penitenciaría de Tacumbú.