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El fiscal Pablo Zárate González señaló que la docente María Liduvina Ramírez Giménez (55) declaró ayer en la fiscalía de Concepción que los hombres que la raptaron y golpearon se identificaron como miembros del grupo autodenominado Justicieros de la Frontera. También le dijeron antes de su liberación que su marido había cumplido con la exigencia impuesta por ellos.
Tanto María Liduvina Ramírez como su marido, Anselmo Ávalos, aseguraron que los captores en todo momento preguntaron por Alejandro Ramos Morel, cuñado de la docente. La pareja les dijo que nada sabían de su paradero ni de su esposa, Lourdes Bernarda Ramírez.
Ávalos también presentó un aparato celular de la marca Nokia y que aseguró que él no lo había encendido, a pesar de que estaba prendido cuando lo entregó a la Fiscalía.
Alejandro Ramos Morel abandonó las filas del EPP y conformó su propio grupo armado. Se sospecha que es el que mantiene secuestrado al ganadero Félix Urbieta.
Antisecuestro
El fiscal de Horqueta, Pablo Zárate González, afirmó ayer que luego de las declaraciones de Anselmo Ávalos y de María Liduvina Ramírez entregó la carpeta fiscal a su colega Augusto Salas y añadió que hoy se definiría si pasará a la Unidad de Antisecuestro del Ministerio Público.
El fiscal explicó que elevó el incipiente expediente debido a que se inhibió del caso, porque el grupo secuestró a la pareja y obtuvo una ventaja para la liberación a la mujer. “Se supone que los captores de la pareja obtuvieron información porque era eso lo que buscaban y no dinero”, dijo Zárate.