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Los jueces Manuel Aguirre Rodas, Juan Pablo Mendoza y Lourdes Peña condenaron al suboficial segundo Jorge Francisco Ramírez a la pena de cuatro años de cárcel por el delito de lesión corporal en el ejercicio de las funciones públicas, tras disparar sin necesidad contra el rostro de Alicia Cabrera de Leguizamón, en la madrugada del 1 de abril del 2017, durante las manifestaciones contra la enmienda para la reelección presidencial.
El Tribunal de Sentencia, a través de Manuel Aguirre, refirió que “el suboficial tuvo una voz de mando esa noche, no sabemos exactamente cuál, pero entendemos también que él sabe en qué condiciones uno puede usar un arma y aquí tenemos como probado de que no hubo resistencia por parte de los que estaban dentro del local partidario, hubo una dispersión de todos ellos, no había un peligro persistente para la Policía en ese momento para justificar disparos con balines contra las personas”.
Añadió: “El caso de esta señora es que la vimos caminando por la calle y ahí recibe el balinazo de tras de su cabeza. No entendemos por qué, por unos milímetros la señora no recibió un daño mayor y entendemos de que las consecuencias pudieron haber sido mucho mayor de la que ocurrió”.
La fiscala Silvia Cabrera solicitó cinco años y seis meses de cárcel para el agente. De acuerdo a la acusación, Ramírez ingresó al local del PLRA junto con otros camaradas y efectuó disparos de balines de goma que impactaron en la oreja izquierda y en el ojo de la víctima.
Enfatizó que “las lesiones no solo tuvieron consecuencias físicas al arrancarle un pedazo de cartílago de la oreja izquierda, sino también contusión en el ojo izquierdo que casi la hace perder la vista, ya que los vidrios de su lente se incrustaron en el órgano. La víctima trabaja como bioquímica en forma particular y debe utilizar mucho telescopio y por seis meses no pudo trabajar”.
Alicia Cabrera había relatado que corrió hacia la escalera dentro del PLRA, luego de presenciar el momento en que Rodrigo Quintana era asesinado a metros de ella. En ese instante fue atacada.
Por su parte, el abogado Juan Candia, defensor del suboficial, había solicitado la absolución por duda. Argumentó que no se comprobó la participación de su defendido en el hecho. Indicó que se basaron en el informe que proporcionó el comisario Abel Cañete para imputarlo. “No se probó que él efectuó el disparó”, refirió.