Amarilla se encuentra preso y procesado en dos causas: una de ellas por la apropiación del dinero de Prosegur, en el que se lo acusó por robo agravado, en carácter de instigador, coacción grave (autor) y lavado de dinero (autor). Esta causa fue elevada a juicio oral y público.
También está procesado por lesión corporal en el ejercicio de las funciones públicas y tortura, aunque en este caso con pedido de sobreseimiento provisional.
“Fui ingresado a los procesos por intrigas policiales, celos y envidias de cargo, por manifestaciones en documentos públicos y ratificados ante la jueza de Lambaré, Isabel Beatriz Bracho, aún me encuentro recluido”, se quejó.
Luego arremetió contra los fiscales Nelson Ruiz, Augusto Salas, Luis Said y Blanca Agüero, a quienes los acusó de cometer persecución de inocentes.
“He denunciado tal situación al fiscal general del Estado Verón y nunca tuve respuestas”, enfatizó.
También se quejó de que presentó un hábeas corpus ante la jueza María Cristina Escauriza, quien rechazó el pedido el 2 de enero.
“Sin embargo, esta es la hora que no remitió el expediente a la Cámara de Apelaciones”, cuestionó.
“Si a consecuencia de esta determinación, al sentirme totalmente impotente, sobreviniere mi muerte, solicito a las autoridades nacionales e internacionales un análisis exhaustivo del actuar de las siguientes personas: Dr. Javier Díaz Verón, abogados Isabel Beatriz Bracho, Nelson Ruiz Medina, Augusto Salas Coronel, Luis Amado Said y Blanca Liz Agüero y que de comprobarse alguna responsabilidad de los mismos por mi muerte y denuncia, reciban las sanciones correspondientes de tal forma que otras personas no reciban el mismo abuso al que fui sometido”, indicó.
Amarilla guarda prisión preventiva en la Agrupación Especializada.