Cargando...
El comisario principal Manuel Enrique Escurra Acosta, quien asumió como jefe de la comisaría de 3ª de Horqueta el 10 de octubre de 2011, recibió el formulario de póliza de seguro de vida a últimas horas de la tarde del 23 de octubre pasado.
Según los agentes que estaban a su cargo, el uniformado completó el documento con todos sus datos personales e incluyó como beneficiarios a su esposa María Leona Ruiz de Escurra (43) y a los tres hijos que tiene con esta, Sergio Manuel Escurra Ruiz (18), Natalia María Escurra Ruiz (13) y Leonardo Enmanuel Escurra Ruiz (4).
Pese a que la institución permite incluir solo a cuatro beneficiarios, el jefe policial anotó como quinto heredero a su otro hijo, Eduardo Manuel Escurra Arce (4), por lo que tuvo que crear un casillero más en el papel con su propia letra.
Escurra dejó el documento a su ayudante y salió a patrullar su jurisdicción, pero paradójicamente minutos después se recepcionó en la comisaría el pedido de auxilio en Calle 5.
El titular de la comisaría 3ª de Horqueta recibió la orden de ir a verificar la situación, regresó a su unidad para cambiar de patrullera y después convocó a refuerzos de la comisaría 13ª de Arroyito y de la subcomisaría 10ª de Capitán Giménez, con quienes ingresó a la zona donde estaban los miembros del EPP.
Momentos después ya ocurrió el mortal atentado, en que Manuel Escurra perdió la vida.
Beneficios
Según los datos, la familia del comisario Escurra deberá cobrar G. 45 millones en concepto de indemnización.
Asimismo, Escurra recibirá el ascenso póstumo al grado de comisario general inspector, cuyo sueldo presupuestado equivale a unos G. 7.627.000, de los cuales solo el 80% podrán percibir sus herederos.
Estos beneficios mínimos a los que accederían los familiares del agente serán posibles únicamente si la misma institución impulsa las diligencias administrativas pertinentes, para evitar las habituales trabas burocráticas con las que tropezaron la mayoría de las familias de los otros uniformados caídos en acto de servicio.
Sospechosos
El comisario principal Manuel Enrique Escurra Acosta falleció de un balazo en la nuca y otro en el brazo, en un atentado del EPP que incluyó además la detonación de dos de las siete bombas colocadas por los captores en Calle 5, a 1.690 metros de la Ruta V, en la zona de la compañía Tupãrenda del distrito de Horqueta, a 51 kilómetros de la ciudad de Concepción.
Los supuestos autores del crimen son Alejandro Ramos Morel, su esposa Lourdes Bernarda Ramírez, Lucio Silva y Esteban Marín López.