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El detenido fue identificado como Derlis Ariel Da Silva Bareiro (25), quien salió de la cárcel hace seis meses, luego de permanecer encerrado por casi siete años por asesinar a su amigo, aunque aún le quedaban otros tres años de condena que cumplía en libertad condicional.
El sospechoso fue arrestado por policías de la división de Investigación de Delitos de Alto Paraná, a quienes reveló su participación en el secuestro y asesinato del sargento primero del Ejército Pedro Rodrigo Riveros Rojas (27), cuyo cuerpo fue hallado con un disparo en la sien en la ciudad caaguaceña de J. Eulogio Estigarribia, más conocida como Campo 9, específicamente en medio de una plantación de trigo, el 7 de setiembre del año pasado, cuatro días después de que fuera reportado como desaparecido. El militar era uno de los tres custodios de la sucursal del BNF de dicha ciudad y, según la investigación del fiscal Édgar Torales, fue secuestrado de un inquilinato donde vivía por un grupo liderado por su propio camarada, el sargento primero Marcelino Delvalle Cantero (27), quien se encuentra preso. La intención de este último era robar los dos fusiles M16 que tenía su camarada y venderlos en el mercado negro de la Triple Frontera, aunque ambas armas de guerra fueron recuperadas días después en Ciudad del Este, donde también cayeron otros involucrados, como los hermanos Diosnel (27), y Rafael Villalba Fernández (23).
Según los datos, el detenido Da Silva reveló que fue contactado por su excompañero de celda Rafael Villalba, quien le dijo que el militar Marcelino Delvalle le había ofrecido un trabajo fácil y rápido para hacerse de dinero. Supuestamente, el militar Delvalle les comentó que en esa época venía recibiendo amenazas de un capo narco de la frontera, debido a que echó a perder una carga de dos kilos de cocaína que debía vender en Ciudad del Este. En un intento por pagar su deuda con el traficante, el militar Delvalle habría planeado el asalto a su camarada Riveros, con el objeto de despojarle de sus armas y posteriormente venderlas. Asimismo, el joven detenido ayer habría reconocido que participó directamente en la captura de la víctima, pero dijo que el que le disparó en la sien al uniformado fue su propio camarada. También contó supuestamente que el militar Delvalle le entregó como parte de pago por el “trabajo” la pistola calibre 9 milímetros con la que ultimó a su camarada Riveros.