Cargando...
CAPIIBARY, departamento de San Pedro (Alberto Núñez, corresponsal). El asalto se produjo alrededor de las 15:30, en que resultó víctima el ingeniero agrónomo Carlos Alberto Villagra Cantero (49), encargado de la empresa Arasy, sucursal Capiibary, que se dedica a la compra de sésamo.
Según la Policía, Villagra estaba a bordo de una camioneta marca Volkswagen tipo Saveiro, propiedad de la empresa, y se dirigía a Capiibary sobre la Ruta X. Al alcanzar la compañía Calle Tajy Caré, a 12 kilómetros al norte de Capiibary, fue interceptado por un automóvil Toyota tipo IST, cuyos ocupantes abrieron fuego presumiblemente con una escopeta calibre 12 milímetros, y lograron dañar uno de los neumáticos del vehículo del profesional, obligándolo a detenerse.
Posteriormente, los delincuentes descendieron y le obligaron a entregar el dinero que poco antes retiró de un banco, consistente en 150 millones de guaraníes. La víctima no opuso resistencia, ya que sus atacantes estaban fuertemente armados.
Una vez consumado el atraco, los criminales escaparon del sitio y la víctima dio aviso a la Policía, que empezó a rastrear a los delincuentes. Minutos después, los agentes hallaron la camioneta abandonada en un yuyal, en zona de Pablo Cue, distante 30 kilómetros del casco urbano de Capiibary.
Villagra comentó que antes del asalto se percató de que era seguido, pero no pudo escapar de los malvivientes, ya que el vehículo de la empresa cuenta con un regulador de velocidad, por lo que era imposible ir a más de 140 kilómetros por hora.
Escasez de policías
Solo cuatro agentes de Policía custodiaron la camioneta abandonada por los delincuentes, y según los reportes, desconocidos a bordo de motocicletas rondan constantemente la zona considerada muy insegura.
Recién cinco horas después llegó al sitio un perito de Criminalística para inspeccionar el rodado, dentro del cual la Policía encontró un manojo de llaves y gas pimienta de uso policial.
Mientras se realizaba el procedimiento, un solo policía quedó en la comisaría jurisdiccional, lo que evidencia la escasez de fuerzas de seguridad en la zona.