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El último caso que se conoció ocurrió hace dos semanas cuando un estanciero les entregó G. 150 millones. Los ganaderos dejan sus propiedades a la noche por razones de seguridad.
El frustrado atentado perpetrado por la ACA contra el administrador de la estancia Agüerito Christopher Exey Edwards, brasileño de 58 años, que ocurrió el viernes último, dejó al descubierto que ese grupo armado sigue extorsionando a los estancieros de la zona.
Dicho grupo criminal, que está comandado por Alfredo Jara Larrea, opera entre Yby Yaú, Horqueta y Paso Barreto, departamento de Concepción.
A Edwards le atacaron porque se niega a pagar lo que los criminales denominan “impuesto revolucionario”, que en esencia consiste en una extorsión para no hostigar a los ocupantes de la hacienda ni destruir los bienes de la propiedad.
Después de lo ocurrido con Edwards se supo que hace dos semanas un ganadero de Concepción se vio obligado a entregar G. 150 millones a la ACA.
De esta forma se conoció que esa banda está utilizando como “modus operandi” el chantaje para recaudar dinero en forma ilegal. La mayoría de los casos no son denunciados porque las víctimas son advertidas de que no deben hacerlo o simplemente por el hecho de que no se ven resultados de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Y si se realiza la queja, las mismas autoridades evitan dar difusión para no generar la “mala publicidad” que tiene el Gobierno por la falta de resultados.
Está sucediendo que ganaderos de Yby Yaú, Paso Barreto y Horqueta trabajan durante el día y al anochecer salen de sus establecimientos para dormir sin temor en un sitio que consideren seguro.
En mayo último, el ingeniero Eduardo Uriarte, propietario de la estancia Tatán de la localidad de Arroyito, distrito de Horqueta, fue amenazado por el líder de la ACA, Alfredo Jara Larrea, a través de un video.
La advertencia expresaba: “Señor ganadero de la estancia Tatán, la Agrupación Campesina Armada te da una oportunidad para que tu estancia quede libre y trabajes con tranquilidad. No debes tener policía ni militar en tu propiedad. No debes tener matón, pistolero y no debes echar montes. Tenés que pagar G. 100.000.000 de impuesto revolucionario”, señalaba Jara Larrea.
Otro caso, el más sonado, fue el que ocurrió en julio del año 2014, cuando los criminales secuestraron al ganadero Hernán Silva para despojarle de dinero.
El hecho inclusive fue negado posteriormente por la víctima. Sin embargo, fotografías y materiales escritos hallados en setiembre en un campamento de la ACA confirmaron que Silva fue despojado de dinero.
Según informes que maneja la FTC, los criminales cobraron G. 1.000 millones por la liberación del hacendado, lo cual estaba registrado en el campamento.
En otras fotografías y videos se ve a los hermanos Alfredo y Albino Jara Larrea (este último fue abatido en enero último por la FTC junto con una joven) y al resto de la gavilla en poses en los arroyos, saltos y nacientes de los que se surtían de agua para sobrevivir en su campamento de Yby Yaú.
Con la muerte de Albino, su hermano Alfredo quedó como líder de la ACA.
“Alto, ACA” gritaron los criminales durante la emboscada a Christopher Edwards en la estancia Agüerito.
Como el citado y su custodio no se detuvieron, los criminales abrieron fuego.
Edwards, Isis Medina y otro centinela que estaba esperando en la balsa respondieron a los tiros.
Posteriormente, se lanzaron al agua para huir del ataque.