Cargando...
La víctima fatal fue Pedro Alcides Riquelme Galeano (49), quien se ha desempeñado como agente penitenciario por casi 30 años y formaba parte del Grupo de Reacción de Agentes Penitenciarios (GRAP). El funcionario trabajaba hasta hace cinco meses en la cárcel de Villarrica, cuando fue traslado a la penitenciaría regional de Coronel Oviedo, donde fue nombrado en el cargo de jefe de seguridad.
En el momento del ataque, Riquelme estaba a bordo de su automóvil en compañía de una compañera de trabajo identificada como Mirtha Odile Ortiz Soto (48), quien se salvó de milagro, debido a que segundos antes de que se iniciara el feroz tiroteo la misma descendió del vehículo para efectuar algunas compras, según explicaron.
De acuerdo al relato de los investigadores, el jefe de seguridad y la funcionaria salieron del penal en horas de la mañana, a bordo del auto particular de Riquelme, para efectuar algunas gestiones en la ciudad, como la compra de unas latas de pintura, que luego debían ser utilizadas en el reclusorio.
Poco antes de las 12:00, el jefe de seguridad se estacionó frente a un establecimiento comercial, donde descendió la mujer, para efectuar recarga de saldo en su teléfono celular.
En ese momento, los sicarios, quienes se movilizaban a bordo de una motocicleta, se acercaron sigilosamente a la parte trasera del auto, lado izquierdo.
Aparentemente, Riquelme nunca se percató de que los dos desconocidos lo estaban siguiendo muy de cerca.
Los criminales pararon la marcha a menos de dos metros del auto y uno de ellos, el que estaba de acompañante, abrió fuego contra el guardiacárcel, quien falleció en el sitio a causa de los disparos que sufrió. En total se recogieron 16 vainillas del lugar.
Luego, ambos asesinos escaparon tranquilamente del sitio sin que nadie los persiguiera. Los agentes policiales que estaban de guardia en la comisaría 1ª de Coronel Oviedo, ubicada a menos de 40 metros de la escena del crimen, solo atinaron a mirar cómo se alejaban los pistoleros del sitio. Ninguno de los oficiales ni siquiera intentó reaccionar para seguir a los criminales, por temor a ser baleados, según comentaron los vecinos.
Efectivos del departamento Investigaciones de Caaguazú verificaron los alrededores del lugar del hecho en busca de imágenes captadas por cámaras de circuito cerrado, que puedan ayudar a identificar a los atacantes o a ver hacia dónde escaparon.
Los investigadores manejan la información de que el crimen puede estar relacionado con lo ocurrido con el capomafioso brasileño Waldemar Pereira Rivas (36), alias Cachorrao, recluido en la cárcel de Oviedo por el asesinato del periodista Leo Veras, el pasado 12 de febrero.
Cachorrao fue detenido el 1 de mayo último en Pedro Juan Caballero.
Junto a otros internos fue trasladado desde la cárcel de esa ciudad a la de Coronel Oviedo en donde fue golpeado. Además, en otra ocasión, supuestamente, fue despojado de US$ 7.000.
Cachorrao, actualmente está recluido en la sede de la Agrupación Especializada de la Policía, en Asunción.
Al parecer a Cachorrao le prometieron que lo iban a trasladar a Encarnación.