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Para el transporte interurbano de larga distancia y el público que circule por autopista, el máximo será de 100 kilómetros por hora mientras que el de cargas tendrá limitada la velocidad hasta los 90 kilómetros por hora.
“La norma busca garantizar la seguridad del sistema de transporte y mejorar la seguridad vial. Del mismo modo, ayuda a disminuir el consumo de combustible y la emisión de gases contaminantes en el medio ambiente y a prolongar la vida útil de los vehículos”, sostuvo el Ministerio de Transporte en un comunicado.
La medida afectará a unos 14.649 vehículos por año y a 34.487.117 pasajeros que anualmente usan el transporte de larga distancia.