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El estudio fue realizado a 1.005 pacientes, cuyo tumor no se había propagado todavía.
Los cánceres detectados fueron de ovarios, hígado, estómago, páncreas, esófago, colorrectal, pulmón y pecho.
Los resultados podrían situar al equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore al frente de la carrera para comercializar un test sanguíneo que detecte cáncer.
Los científicos ya han comenzado otro estudio que podría durar unos cinco años en 50.000 mujeres de entre 65 y 75 años que no han sufrido nunca cáncer, para determinar si esta prueba puede detectar más sistemáticamente tumores sin la presencia de síntomas.
La sensibilidad de la prueba es de 69% o más para cánceres de ovario, hígado, esófago, estómago y páncreas, todos ellos muy difíciles de detectar de forma precoz.
La prueba, llamada “CancerSEEK” también pudo reducir a dos puntos el origen de la enfermedad en un 80% de los pacientes.
El equipo de investigación ya ha pedido patentar el test, que costará menos de 500 dólares (G. 2835.000, al cambio actual).