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MÉXICO (ANSA). Aunque en forma sutil, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, parecería con sus actos mostrar que prefiere “llevar la fiesta en paz” con su vecino que escalar un conflicto en el que ambas partes podrían salir perdiendo.
Esta es la interpretación que surge tras un primer encuentro hace dos semanas de varios de sus más prominentes miembros de su círculo íntimo con empresarios mexicanos en la capital azteca.
La reunión fue seguida por una cena el fin de semana pasado con el magnate Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo y a quien Trump calificó de “gran tipo”.
Se ha filtrado a algunos medios de comunicación mexicanos que este viernes 13 habría un encuentro entre Donald Trump o alguien muy cercano a él con representantes del presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Trump había acusado a Slim de conspirar a favor de su rival demócrata Hillary Clinton desde su posición de accionista del diario The New York Times, a pesar de que se ha aclarado que no puede tener injerencia en la política editorial del matutino.
Oficina de comercio
La empresaria de origen mexicano Jovita Carranza es considerada por el presidente electo para liderar la Oficina del Representante de Comercio Exterior del país (USTR) , informó Jason Miller, portavoz del equipo de transición del republicano.
La USTR es una oficina con rango ministerial, responsable de desarrollar y recomendar la política comercial exterior de Estados Unidos al presidente del país.
De esta forma, jugaría un papel importante en la hipotética renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) , suscrito por EE.UU., México y Canadá, tal como pretende hacer Trump tras llegar a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Jovita, quien creció en Chicago (Illinois) y se graduó de Negocios en la Universidad de Miami (Florida), tenía previsto reunirse hoy en Palm Beach, al norte de Miami con Trump, quien se encuentra en su club privado en el Estado del Sol, donde pasará la Navidad.