Separatistas catalanes apelan a la Constitución que antes renegaron

El Gobierno de Cataluña, en manos de los ultranacionalistas, anunció ayer que recurrirá ante el Tribunal Constitucional de España si se da la intervención de esa región, luego de desobedecer reiteradamente fallos de esa corte contra sus acciones por violentar, precisamente, la Constitución.

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MADRID (Reuters, EFE). El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, propuso el fin de semana intervenir el gobierno regional utilizando el artículo 155 de la Constitución, previsto para casos en que una comunidad autónoma no cumpla sus obligaciones o las leyes.

Los separatistas de Cataluña amenazaron con votar una declaración unilateral de independencia, después de un referendo que fue declarado ilegal justamente por el Tribunal Constitucional.

Los ultranacionalistas catalanes (una alianza de conservadores y comunistas) son minoría en Cataluña, donde en las últimas elecciones regionales obtuvieron el 48% de los votos contra el 52 de la oposición institucionalista, pero por el sistema electoral vigente se adjudicaron la mayoría de las bancas.

Con esto llevaron adelante su proyecto separatista violentando diversas normas constitucionales, e incluso llegando a atracar el parlamento regional (6 y 7 de setiembre pasados) para imponer irregularmente las normas que habrían de usar para llegar hasta la declaración unilateral de independencia.

La decisión de Cataluña de llevar las medidas derivadas del artículo 155 ante el tribunal se tomaría conjuntamente con los grupos parlamentarios independentistas, mayoritarios en la cámara catalana, y se basará en que son “desproporcionadas”.

“Entendemos que sobrepasa con mucho todo lo que había previsto en la Constitución y se pedirán medidas muy cautelares para que se contemple la suspensión del mismo”, dijo el portavoz de la presidencia catalana, Jordi Turull, en una rueda de prensa sobre las medidas.

Además del cese del gobierno local, las medidas limitan las actividades del parlamento regional y consideran un llamado a elecciones dentro de seis meses.

Del lado separatista, el presidente regional Carles Puigdemont se enfrenta a la presión de los más recalcitrantes, que le exigen una declaración unilateral de independencia.

Esa presión viene principalmente del partido de extrema izquierda CUP, grupo que, además, rechaza la idea de unas elecciones anticipadas en que podría estar en peligro la frágil mayoría de bancas obtenidas, con la minoría del voto popular.

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