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Limítrofe con Brasil y Paraguay, Santa Cruz representa aproximadamente un tercio del territorio, de la población y de la economía de Bolivia, y se convierte en el tercero de los nueve departamentos del país, tras Pando y Beni, en contar con un estatuto autónomo.
La promulgación del estatuto, tras su ratificación ayer por la Asamblea Legislativa Departamental, culmina un proceso de doce años en el que tuvo que superar una serie de obstáculos hasta conseguir su constitucionalidad en el marco del Estado Plurinacional de Bolivia.
El texto del estatuto, el primero en el país aprobado por una asamblea autonómica, obtuvo un respaldo del 86% en un referendo en 2008. Fue rechazado por el gobierno de Evo Morales, pero este enero logró el aval del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia.
El gobernador de la región, Rubén Costas, es uno de los principales opositores a Morales.
Con su autonomía, Santa Cruz aspira a gestionar recursos económicos que hasta ahora dependen de la Administración estatal.