“Esto ha sido un horror. Tenemos mínimo 14 muertos, pero pueden ser más. Se incluyen al menos un antimotín, un paramilitar y dos policías”, dijo a la AFP la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.
Hombres de civil, con capuchas negras y fuertemente armados, entraron con la Policía a las seis de la mañana a esas dos localidades del departamento de Carazo, derribando barricadas que habían levantado opositores, entre un fuerte tiroteo, denunciaron testigos y grupos de derechos humanos.
“Esto parecía un ejército de ocupación. Barrieron con todas las barricadas. Hay más muertos que no hemos podido confirmar su identidad. Hay una cantidad de presos y heridos. Un desastre”, agregó Núñez.
Palas mecánicas desmontaron las barricadas y habilitaron el tránsito a más de 350 furgones de carga centroamericanos que estaban varados desde hacía más de un mes en el bloqueo de la carretera en Jinotepe.
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Más de 240 muertes y cerca de 2.000 heridos deja una ola de violencia en casi tres meses de protestas que se iniciaron el 18 de abril contra una reforma a la seguridad social. Ante la fuerte represión policial a las manifestaciones, la protesta se amplió para exigir la salida del presidente Daniel Ortega, a quien acusan de instaurar con su esposa, Rosario Murillo, una dictadura marcada por la corrupción y el nepotismo.