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SANTIAGO (Reuters). El semanario Qué Pasa, perteneciente al grupo de medios de Copesa, publicó la semana pasada en su edición en internet una nota en que incluía escuchas telefónicas en las que un testigo sugería la participación de Bachelet en el negocio inmobiliario de la empresa Caval, que es en parte propiedad de su nuera.
La información publicada por la revista en un adelanto en su sitio de internet fue rápidamente editada y modificada tras admitir que no cumplía con los “mínimos estándares del medio”, mientras que la Mandataria la calificó como una “canallada”.
“(La demanda) Es una acción que ejerce la Presidenta de la República luego de consultas y diálogos con sus abogados en su condición de persona natural”, dijo a periodistas el ministro portavoz del Gobierno, Marcelo Díaz, en la sede del Congreso.
La acción legal incluye al director del medio y a los periodistas a cargo de la investigación. “Una cosa es la crítica política, una cosa es el derecho a informar e informarse y otra es lo que nos parece que es un acto intencionado de parte de la revista por manejar y manipular una nota para producirle un daño en la imagen a la Presidenta”, dijo el abogado de la Mandataria, Juan Pablo Hermosilla.
La querella por injurias y calumnias ocurre luego de que Bachelet declaró voluntariamente como testigo en la investigación contra su nuera por presuntos delitos tributarios, una causa que ha socavado la popularidad de la gobernante.
La nuera de la presidenta, Natalia Compagnon, fue denunciada a principios de año por la agencia de impuestos junto a un grupo de personas, una causa que también involucra al hijo de Bachelet en un presunto tráfico de influencias para que Caval obtuviera un millonario crédito para la compra y venta de terrenos.
El caso Caval se tradujo en un desplome del apoyo a Bachelet y un aumento de la desconfianza ciudadana.