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Al margen de la cumbre de la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (Celac), los cuatro países que integran la Alianza del Pacífico pusieron acelerador a fondo a su intención de crear una zona de libre comercio este año y anunciaron que lo harán antes del 31 de marzo.
Sin bien se trata de una homologación de los acuerdos de libre comercio que ya rigen entre ellos, da cuenta de su deseo de avanzar lo más rápido posible, a solo siete meses de haber fundado esta Alianza, que tiene como objetivo principal aumentar el comercio con Asia, la región que más crece.
La pragmática Alianza
“Es una prueba concreta del pragmatismo de la Alianza del Pacífico y sus ganas de avanzar rápido”, dijo el politólogo de la Universidad de Chile Guillermo Holzmann.
Sin embargo, al mismo tiempo que reafirmaron su vocación de apertura económica, los cuatro países apoyaron que la presidencia de Celac quedara desde el lunes en manos de un país comunista de economía muy cerrada, Cuba, y de su presidente, Raúl Castro, en el más fuerte respaldo regional a La Habana desde la imposición del embargo económico por parte de Estados Unidos hace 50 años.
“Ha habido una clara separación de lo político y lo económico. Todos saludaron la presidencia de Cuba. Es decir, dijeron: ‘somos íntimos amigos pero en lo económico nosotros vamos por otro lado”, opinó Carlos Ronderos, economista y exministro de Comercio Exterior de Colombia.
Las diferencias entre uno y otro modelo de desarrollo se observaron también al plantear los términos de posibles acuerdos comerciales, donde la Alianza del Pacífico da mayor énfasis a la libertad económica.
El lento Mercosur
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, junto a Venezuela (cuyo irregular ingreso fue aprobado a mediados de 2012) conforman el Mercado Común del Sur (Mercosur), que negocia hace más de una década un acuerdo de asociación con la Unión Europea, con pocos avances por las críticas de los países sudamericanos hacia a los subsidios agrícolas europeos y las barreras de algunos países del bloque sudamericano para proteger sus industrias.
Tanto Brasil como Argentina han adoptado medidas adicionales recientemente para favorecer a su industria nacional en un contexto de crisis internacional.
Mercado abierto
México, Colombia, Chile y Perú, algunas de las economías que más crecen en América Latina, cuentan en cambio con acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y Estados Unidos, como prueba de su incesante apertura comercial.
“Más que un contrapeso a algún grupo en específico, son opciones diferentes de desarrollo, que hasta ahora están siendo plenamente respetadas”, dijo Holzamnn.
“Los cuatro países de la Alianza del Pacífico comparten una filosofía de desarrollo económico que los define: un régimen abierto, orientado al comercio internacional y amigable con la inversión extranjera”, explicó por su lado Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (Cide) de México.
Proteccionismo
“Es un proyecto distinto, aunque en el otro grupo también hay matices: no es lo mismo Brasil que Argentina (...), un país que es una amenaza potencial y todavía hoy vive un fragilidad macroeconómica”, agregó.
Brasil, la economía más grande la región, parece ir por un camino propio. Junto a Rusia, China, India y Sudáfrica, Brasil forma parte del grupo Brics, que reúne a grandes países emergentes.
“Estar en el grupo Brics hace a Brasil ir por un camino propio”, dice Holzmann.
Así las cosas, los analistas coinciden en que la apuesta por el libre comercio o por el proteccionismo seguirán conviviendo en América Latina.