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Los bombarderos Tornado GR4 podrían abandonar en las próximas horas una base en Chipre para comenzar una nueva incursión británica en Oriente Medio. La victoria es importante para Cameron, ya que le da la posibilidad de que el país vuelva a estar en el centro de los asuntos internacionales.
El primer ministro había instado a los legisladores a no darles la espalda a aliados como Francia en momentos de necesidad. “Gran Bretaña es más segura esta noche por la decisión de la Cámara de los Comunes”, dijo a Sky News el ministro de Relaciones Exteriores, Philip Hammond. A muchos británicos les preocupa alentar otra guerra en Oriente Medio después de las intervenciones de Occidente en Irak, Afganistán y Libia que no consiguieron generar estabilidad en la región.
Algunos incluso piensan que las ofensivas internacionales dieron paso al ascenso de grupos ultrarradicales como Estado Islámico.
Pero desde que 130 personas murieron por ataques de EI en París el 13 de noviembre, algunos legisladores reticentes a lanzar más ataques aéreos en Siria pasaron a concordar con Cameron en que deben proteger a Reino Unido de la violencia. “La amenaza es muy real”, dijo Cameron ante un atestado Parlamento ayer.