“Vamos a tratar de llegar a las fiestas de fin de año de la mejor manera que podamos. Voy a tratar de hacerle una cena y visitarlo”, dijo su hija Denise Pinto, la única familiar en línea directa del legislador que se encuentra en Bolivia.
Denise permaneció en Bolivia luego de que su hermana y unos sobrinos tuvieron que “huir a Brasil, donde están refugiados”.
Pinto ingresó el 29 de mayo pasado a la sede diplomática brasileña argumentando persecución política.
El senador del departamento amazónico de Pando hizo varias denuncias de corrupción contra el gobierno del presidente Evo Morales, por lo que el oficialismo le entabló –según él– una veintena de procesos, la mayoría por desacato.
Pinto afirma además que entregó información reservada al gobierno sobre actos de corrupción y sobre vínculos de autoridades con el narcotráfico, y señala que nunca fueron revelados ni investigados.
“Estamos muy tristes como familia, siempre hemos estado juntos, mi papá vivía con mis hermanos y sus nietos”, acotó Denise, quien dijo que tramitará el permiso de las autoridades diplomáticas brasileñas para estar con su padre las noches de Navidad y Año Nuevo.