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BRASILIA (ANSA). El empresario Marcelo Odebrecht reconocerá formalmente ante la Justicia el haber autorizado el pago ilegal de las campañas electorales de 2010 y 2014, que llevaron a la presidencia a Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT).
Así lo informó ayer el diario Folha de São Paulo que tuvo acceso a parte de la causa “lava jato” (“lavado rápido”) en la que se trata el escándalo de corrupción en Petrobras, conocido como el “petrolão”.
Dilma Rousseff siempre negó toda vinculación con irregularidades y reforzó ese discurso desde que fue suspendida del cargo el 12 de mayo pasado cuando se abrió el “impeachment” en el Senado, y asumió la presidencia interina, Michel Temer.
Sin embargo, el empresario reveló que tuvo un encuentro con la Presidenta separada del cargo en mayo de 2015 en México, durante una visita de Estado al mandatario Enrique Peña Nieto.
Durante la reunión, que fue confirmada por Rousseff, se habló sobre los fondos no declarados para las campañas del Partido de los Trabajadores.
Según la versión del empresario en ese encuentro también se habló, entre otros temas, sobre la investigación judicial “lava jato” iniciada por el famoso juez anticorrupción Sergio Moro.
Según informaron ayer algunas agencias de noticias, el expresidente de la constructora Odebrecht ya decidió ajustarse a los términos de la “delación premiada” fijados por los fiscales de la Justicia federal del estado de Paraná.
Jefe de campaña, preso
Esa delación incluirá detalles sobre el depósito de millones de dólares en cuentas bancarias suizas del jefe de la campaña de Rousseff, el publicitario João Santana, que está preso junto a su esposa y socia por el “petrolão”.
La confesión de Odebrecht, si se confirma, será un duro golpe político para Rousseff y su abogado defensor José Eduardo Cardozo, quienes argumentan que en Brasil se ha perpetrado un “golpe parlamentario” impulsado por políticos corruptos interesados en obstruir a la Justicia.
Si bien todavía no fue formalizada la confesión de Odebrecht, el hecho repercutió ayer en el Senado, donde sesionó la Comisión Especial de Impeachment contra Rousseff.
Miembros de la oposición dijeron informalmente a radio CBN que con esta revelación “fue enterrada definitivamente” la suerte política de la Presidenta, quien espera ser absuelta y retornar al Palacio del Planalto.