Cargando...
SÃO PAULO (AFP). La magnitud de las marchas es un dato de alta sensibilidad para Rousseff, que enfrenta un pedido de juicio político que podría terminar anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018, y también para los que buscan combustible para ese proceso que está en ciernes en el Congreso.
“Estamos en la calle porque no aguantamos más este gobierno. Señores diputados, señores senadores, exigimos el impeach- ment de Dilma”, dijo Rodrigo Chequer, líder del grupo Vem pra Rua, uno de los organizadores de la manifestación.
La capital económica e industrial de Brasil fue el corazón de las marchas contra el Gobierno iniciadas en 2015 y es allí donde ayer se mostraron líderes opositores como el senador Aecio Neves, derrotado por Rousseff en las últimas elecciones.
“Vine porque estoy cansada de ver tanta corrupción y para reclamar contra el desorden en que se convirtió este país. Basta de robo, basta”, dijo Rosilene Feitosa, una pensionada de 61 años en São Paulo. “Yo voté por el PT, Partido de los Trabajadores, en el poder, pero nunca más”, agregó.
Imágenes aéreas mostraban una marea compacta de gente vestida de amarillo y verde, los colores de la bandera nacional y de la emblemática camiseta de la selección de fútbol, en una escena que se repitió en la capital Brasilia –con una asistencia oficial de 100.000 personas– y en Río de Janeiro, sede de los próximos Juegos Olímpicos.
La policía de Río no realiza estimaciones de las marchas y los organizadores calcularon que entre 700.000 y un millón de personas marcharon sin incidentes junto a las playas de Copacabana.
Los números a nivel nacional, consolidados por el portal G1, muestran que la asistencia informada por las organizaciones casi triplicó a la elaborada por la policía.
Otros grandes centros urbanos como Belo Horizonte, al sureste, la sureña Curitiba, e incluso tradicionales bastiones del PT, como el estado de Bahía o Pernambuco, en el noreste, también tuvieron importantes convocatorias.
En medio de citas de “fin del ciclo” tras más de 13 años del PT en el poder, los manifestantes se quejaron por el derrumbe de la economía, se contrajo 3,8% en 2015 y continuaría su declive este año, y por los escabrosos hallazgos de la investigación en Petrobras, donde fueron desviados multimillonarios fondos a partidos de la coalición de gobierno.