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Las abejas son un eslabón clave y la reducción de su población en todo el mundo preocupa por sus posibles efectos nocivos para el equilibrio medioambiental.
Los productores de la zona de Ciudad del Cabo, famosa por sus viñedos, buscan ya soluciones a este problema.
“Empezamos a recibir llamadas sobre que los apicultores estaban encontrando abejas muertas frente a sus colmenas. Vine a inspeccionar mi explotación apícola y hallé resultados similares y miles de miles de abejas muertas” declaró Brendan Ashley-Cooper, productor y vicepresidente de la Asociación Apícola de Cabo Occidental.
Se calcula que tres cuartas partes de los cultivos que alimentan el mundo dependen de la polinización de insectos y otros animales para producir semillas y frutos. Ese proceso disminuyó en muchos lugares del planeta a medida que las explotaciones agrícolas ganaban extensión, surgían más pestes y el uso de químicos se ampliaba.