La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), continúan manteniendo su abultada ventaja y se sitúan en el 36 % en intención de voto -un punto menos que hace una semana-, pero todavía catorce puntos por delante del socialdemócrata Martin Schulz, que con el 22% pierde dos.
En Berlín, la canciller, que aspira a su reelección para un cuarto mandato, se metió ayer en el bolsillo a la futura generación de votantes en su primera rueda de prensa infantil, en la que solo los niños tuvieron la palabra.
Merkel respondió, con una soltura poco habitual para su personalidad, a las más variopintas preguntas y no desaprovechó la ocasión para reiterar a los padres presentes que su partido no colaborará, “en ningún caso”, ni con la ultraizquierda ni con la ultraderecha.
“Bueno, estamos todos compitiendo. La cosa es que todos intentamos convencer a las personas. Y normalmente somos muy tolerantes cuando se trata de los verdes, (de los socialdemócratas) del SPD o (de los liberales del) FDP”, dijo Merkel en este acto enmarcado en una jornada en clave familiar.
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En los días que quedan la canciller participará en un total de trece mítines y el sábado estará en su circunscripción electoral.
Por su parte, en la última semana de campaña Schulz acudirá a un programa televisivo, se entrevistará con editores de prensa y visitará otras doce ciudades.