Solo en Alepo hay cerca de medio millón de personas que no tienen acceso a alimentos y en las zonas rurales de los alrededores de Damasco hay 38 localizaciones inaccesibles desde hace tiempo, precisó Cousin en una reunión de alto nivel organizada por el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados para abordar las necesidades humanitarias en Siria y países vecinos.
“Dada la escalada de violencia, la escasez de provisiones alimentarias y los nuevos flujos de desplazados, los esfuerzos para responder a la situación se quedan cortos”, señaló.
En Al-Hassekeh, la actividad de grupos extremistas impide al acceso por carretera, lo que ha impedido la entrega del 90% de los alimentos que se iban a suministrar en la ciudad, donde se estima que unas 280.000 personas necesitan “ayuda inmediata”.
En cuanto a la situación en Homs, que lleva sitiada cerca de un año, Cousin indicó que no tienen “estimaciones precisas” sobre el número de civiles en necesidad.
La directora del PMA también advirtió de las dificultades que se viven en las comunidades de acogida de los países vecinos, donde los refugiados “compiten” con los locales por recursos como “comida, vivienda y empleo”.