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Funcionarios británicos dijeron que las revisiones iniciales sobre lo que llamaron un incidente grave parecen haber descartado cualquier relación con los recientes problemas relacionados a las baterías que dejaron a toda la flota de Dreamliners en tierra por tres meses a comienzos de año.
El incendio en el avión de Ethiopian Airlines en el Aeropuerto Heathrow y un problema técnico que ocurrió en un segundo 787 de la británica Thomson Airways generaron nuevas preguntas sobre una aeronave que es considerada como clave para el futuro de Boeing.