El acuerdo incluye un futuro levantamiento de las sanciones económicas internacionales impuestas a Irán, que abarcan las exportaciones de petróleo, esenciales para la economía del país.
Debido a las sanciones, Irán, el cuarto país en reservas mundiales de petróleo, vio su producción caer a menos de 3 millones de barriles diarios (mbd) desde 2012 y sus exportaciones se redujeron a la mitad, a unos 1,3 mbd actualmente contra 2,5 mbd en 2011.
Irán podría producir alrededor de 1 mbd adicionales en los seis meses posteriores al levantamiento de las sanciones. Mientras que en el mercado mundial existe un excedente de oferta de entre 1,5 y 2 mbd.