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WASHINGTON (EFE, AFP). En 2015, Irán firmó con estos países un acuerdo para limitar su programa nuclear, a cambio de que se levanten las sanciones económicas que pesaban sobre Teherán, buscando evitar que el régimen fundamentalista fabricara una bomba atómica.
Irán dijo que retomará el enriquecimiento de uranio a niveles mayores y completará un reactor de agua pesada si los cinco países firmantes del pacto no eliminan en 60 días las actuales restricciones a las exportaciones de petróleo iraní y a su sistema bancario.
La decisión iraní llegó justo un año después de que la administración de Donald Trump decidiera retirar a Estados Unidos del acuerdo, acusando a Irán de usar el acuerdo para ganar tiempo, y sin que el tratado signifique impedir que el gobierno teocrático de Teherán acceda a armas nucleares.
“El régimen anunció hoy (por ayer), con ocasión del aniversario de nuestra retirada del acuerdo”, que “tenía intención de ampliar su programa nuclear”, afirmó el diplomático estadounidense a la prensa.
“Eso es contrario a las normas internacionales y es otro intento de chantaje nuclear por parte del régimen”, añadió.
Para el emisario estadounidense, la decisión de Teherán de ampliar su programa nuclear muestra el “desafío” que “sigue representando para la paz y la seguridad mundiales”.
Estados Unidos está “determinado a cerrar al régimen iraní todas las posibilidades de fabricar un arma nuclear” y “seguirá imponiendo una presión máxima” hasta que “abandone sus ambiciones desestabilizadoras”, avisó Hook.
El emisario no descartó nuevas sanciones contra Irán tras el anuncio de Teherán. “Llevo tiempo prometiendo sanciones adicionales y hasta el momento siempre he cumplido con mi promesa”, declaró.
Por su parte, Tim Morrison, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que “Europa debería resistirse a esto y presionar a Irán para que vuelva a la mesa negociadora para llegar a un acuerdo” nuevo.
El alto funcionario de la Casa Blanca instó a retomar la política de mano dura contra Teherán debido a la decisión iraní de suspender la aplicación de v arios compromisos bajo el acuerdo nuclear de 2015.
“Ahora es el momento de que la comunidad de naciones condene rotundamente la mala conducta nuclear de Irán y aumente la presión al régimen para que cumplan con las demandas de EE.UU.”, subrayó Morrison.
“Esperen nuevas sanciones (estadounidenses a Irán) pronto. Muy pronto”, agregó.
El funcionario advirtió que Estados Unidos “actuará rápidamente ante cualquier intento de socavar” la presión impuesta por sus sanciones a Irán, y alertó a las empresas sobre las consecuencias de usar sistemas de pago a Irán utilizados para esquivar las restricciones impuestas.