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MADRID (AFP). En la votación en la cámara baja, Sánchez reunió el apoyo de una mayoría de diputados (180 de 350) a su moción de censura, promovida después de que la justicia condenara al oficialista Partido Popular (PP) en un sonado caso de corrupción de hechos ocurridos hace más de una década.
“Voy a abordar todos los desafíos que tiene nuestro país con humildad, con entrega”, y “voy a hacerlo desde el consenso, con humildad, con mucha capacidad de trabajo”, declaró el líder socialista a la prensa.
Reiteró con un tono optimista su “compromiso con Europa” y la estabilidad macroeconómica.
Precisamente, uno de los grandes logros de Rajoy fue conducir al país hacia la recuperación económica tras la crisis internacional que heredó al asumir el gobierno.
Igualmente, habló de diálogo con el gobierno separatista catalán que asume hoy, con lo que se levantará la tutela impuesta a la región desde octubre, a raíz del intento fallido de secesión unilateral.
“Este gobierno quiere que Cataluña esté en España, y escuchará a Cataluña”, declaró Sánchez.
Para echar a Rajoy, Sánchez armó una heterodoxa coalición con los filocomunistas de Podemos, los ultranacionalistas catalanes y los nacionalistas vascos.
También tendrá presión para anticipar los comicios, sobre todo del partido liberal Ciudadanos, que no apoyó la moción de censura y que cobra cada día más fuerza política.
Sánchez se mostró contradictorio. Afirmó, su intención es gobernar hasta que finalice el mandato, a mediados de 2020 y luego dijo que “es evidente que tenemos que ir a unas elecciones generales”, aunque sin mencionar fechas.
El PSOE promovió la moción de censura hace una semana, tras conocerse la sentencia judicial (que el PP apelará) de la Gürtel, una trama corrupta consistente en una red de empresas que de 1999 a 2005 sobornaron a cargos del PP para obtener contratos públicos en distintos puntos del país.
El partido conservador fue condenado a pagar más de 245.000 euros como “partícipe a título lucrativo” de la trama. La justicia consideró probado que hubo una caja B desde 1989, y el tesorero que la administró, Luis Bárcenas, fue condenado a 33 años de prisión.
Corrupción de su Partido pasa factura política a Rajoy
Los graves hechos de corrupción desarrollados por el hasta ayer oficialista Partido Popular, que conformaron todo un esquema de defraudación del dinero público, aunque ocurridos hace una década, afectaron políticamente al ahora expresidente Mariano Rajoy, motivando su destitución.
E, incluso, según sus detractores tiene una responsabilidad jurídica al negar, en su declaración como testigo, conocer dicha red cuando en ese tiempo, cuando ya era alguien relevante en la formación partidaria.