Cargando...
Los visitantes del exterior ignoran que, a pesar de ser transparentes en días de mar calmo, las aguas de la playa de Ipanema no son aptas para el baño la mayor parte del año.
La contaminación de esa playa, ubicada en uno de los barrios más elegantes de Río de Janeiro, fue registrada en un informe realizado por el Instituto Estadual de Medio Ambiente.
En el estudio de ese organismo oficial se explica que parte de las playas de Ipanema y de la vecina Leblon sufren las consecuencias de recibir el desagüe de los canales Visconde de Alburquerque y Jardim de Ala. Residuos industriales y de otro tipo son volcados a los canales, los cuales causan la contaminación de esas dos playas, cuyo tenor de suciedad aumenta en los días de lluvia, especialmente durante el verano austral, cuando son más intensas las precipitaciones.
Río de Janeiro recibirá el grueso de los más de seis millones de extranjeros que desembarcarán en Brasil este año, de acuerdo con lo previsto por el Ministerio de Turismo en un trabajo presentado el mes pasado.
La playas cariocas de Botafogo y Flamengo, desde donde se tiene una vista privilegiada del monte Pan de Azúcar, son las que cuentan con las aguas más contaminadas, ya que reciben desechos cloacales.
Brasil cuenta con un extenso litoral marítimo de unos siete mil kilómetros, en los que se destacan las playas de los estados de Bahía en el nordeste, el de Río de Janeiro en la región sudeste y Santa Catarina en el sur.
A Santa Catarina, y especialmente a su capital, Florianópolis, viajarán este verano cerca de dos millones de argentinos, paraguayos y chilenos, informó el Ministerio de Turismo.
El 58% de las playas brasileñas muestra diversos grados de contaminación, consignó el diario Folha de San Pablo, que tomó datos del Ministerio de Medio Ambiente federal.
Solo el 42% de los lugares estudiados presentó una “balneabilidad óptima”, apunta la ficha publicada ayer en Folha.
Entre las zonas que recibieron las mejores clasificaciones están las playas de Arpoador y Copacabana, ambas en la zona sur de Río de Janeiro.
Curiosamente, el informe revela que los estados con mejor calidad acuífera son los sureños Río Grande do Sul y Paraná, ambos muy poco frecuentados por extranjeros dado que sus bellezas turísticas son menos impactantes.