Un tribunal de Seúl lo halló culpable de esos delitos relacionados con el gran escándalo de corrupción que terminó con la destitución de la presidenta surcoreana Park Geun-Hye.
Lee fue acusado de entregar o prometer 43.000 millones de wones (unos US$ 38 millones de dólares) en sobornos a la confidente de Park, Choi Soon-Sil, actualmente encarcelada.
El pago era, supuestamente, a cambio de que el Gobierno respalde una fusión de dos filiales de Samsung, crucial para el traspaso del poder de la compañía a Lee tras la crisis cardiaca sufrida por su padre en 2014.
La condena podría dejar sin líder al gigante de las telecomunicaciones.
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