Cargando...
Por un lado están dieciocho alumnos del colegio nacional de la comunidad, que se encerraron desde el miércoles en un aula, para exigir la renuncia del citado exintendente. En tanto, indígenas ayoreo que defienden el nombramiento de Duarte bloquearon en la tarde de ayer el paso de embarcaciones en el riacho que sirve como vía de conexión de esta localidad con Isla Margarita y la ciudad brasileña de Puerto Murtinho.
Los aborígenes colocaron alambres de púa en ambos extremos, informó la policía local, y en canoas patrullan para que nadie entre ni salga de la comunidad.
Asimismo, amenazan con realizar actos de sabotaje y dañar la red de electricidad que llega a la zona y a todo el departamento, desde Itaipú, según señaló Víctor Picanerai (uno de sus líderes).
Carmelo Peralta está ubicada a 650 km de la capital del país, tiene una población superior a los 3.500 habitantes, donde hay ahora dos posturas radicalizadas.
En el grupo que pide la renuncia del administrador de la Comuna, Duarte, está la concejala Odilda Penayo (ANR). Este sector se manifestó el miércoles último frente al local municipal y logró que más tarde 18 estudiantes del colegio nacional capitán Marcial Ramírez se “atrincheren” en un aula de la institución.
Solo con destitución
Una de las líderes de estos jóvenes, Rocío Ríos, dijo que solo desistirán de dicha medida de fuerza una vez que la intendenta municipal, Mirna Orrego (ANR), se haga presente en el local y se comprometa a destituir al citado polémico político.
El cuestionamiento de los estudiantes manifestantes es que Duarte tiene como antecedente que, según la Contraloría General, no puede demostrar en qué usó o dónde fueron a parar G. 2.000 millones que recibió y que debían invertirse en la comunidad. Ahora, su nuevo cargo le permite de nuevo manejar millonarios montos del Fonacide, lo cual es cuestionado por el grupo que pide su renuncia o destitución.
Las actividades educativas del mencionado colegio nacional se trasladaron temporalmente en las instalaciones de la parroquia Virgen del Carmen, donde se están impartiendo las clases para los alumnos que no participan de la manifestación.
Al respecto, Éver Romero, presidente del centro de estudiantes, manifestó estar en desacuerdo con sus compañeros que realizan la medida de fuerza, ya que asegura que se trata de una “cuestión política” que nada tiene que ver con la educación, y por lo cual con otros compañeros decidieron continuar con las tareas académicas.
El viernes, los docentes de la escuela Carlos Antonio López, ubicada en la cercanía del colegio donde se realiza la manifestación, decidieron estar de “brazos caídos”, porque alegan no estar dadas las condiciones para desarrollar clases por los alborotos que se producen. Esto afecta a unos 160 escolares.