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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, corresponsal).En la grabación se oye claramente que la concejala municipal Graciela Agüero (ANR), que funge de coordinadora departamental de educación de Cordillera, le dice al intendente Roberto Franco (ANR) que de él depende su egreso de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNA, sede Caacupé, donde se encuentra cursando el último año.
Acto seguido, la edil Kathy Rademacher (ANR) expresó, según se escucha en dicho material, que necesitan de forma urgente que la Municipalidad “done” dos acondicionadores de aire para la mencionada casa de estudios, y que el pedido fue realizado por el director de esa institución de educación terciaria, el abogado Ramón Martínez Caimen.
Las referidas concejalas, que también son docentes, especifican, entre otras cosas, que ambas fueron amenazadas públicamente por Martínez Caimen de que si no dejaban un “legado” a la filial, quedarían 100 años como alumnos, sin la posibilidad de poder egresar.
Enseguida, entre risas, Franco les respondió que lastimosamente perdió las internas (de ANR, el 26 de julio último, en la que se eligió al candidato para pugnar por la intendencia en noviembre), por lo que no podrá ayudarles.
El intendente añadió que a él le espera un puesto en la Itaipú Binacional, en reemplazo de la abogada Gloria Gómez de Paredes, y que su salario será de G. 42 millones, por lo que dentro de poco se estará riendo de todos desde su nuevo puesto.
La conversación entre los citados políticos dura más de 14 minutos, y también se escucha hablar al presidente del Centro de Estudiantes, Benjamín Ovelar, y al representante estudiantil Marcelo Portillo, cuando pedían la compra de los equipos para las aulas.
La edil Graciela Agüero admitió que grabó la charla y que la envió “por equivocación” a un grupo de madres de la Escuela de Danza. Dijo que se dio cuenta del hecho recién después de que algunas personas comenzaron a preguntarle acerca del audio. Trató de minimizar el caso y dijo que fue una conversación informal y que sus expresiones fueron parte de una “broma entre amigos”.
Reconoció que acompañó a los referidos miembros del centro de estudiantes en su carácter de compañera de curso de ella y la concejala Rademacher, para ayudarles en la gestión del pedido de acondicionadores de aire para la facultad.
Agüero también admitió que está aplazada en una de las materias del último año de la carrera de Derecho, específicamente en Derecho Internacional Privado, cuya revisión solicitó. Expresó que en ningún momento su intención fue pasar esa asignatura a costa de conseguir la donación.
Por su parte, el abogado Martínez Caimen manifestó que envió una nota al Consejo Directivo de la Facultad, en la que informa lo acontecido y solicita que se realice un sumario administrativo para deslindar responsabilidades.
Agregó que en su administración jamás se venden o permutan notas y que su gestión está abierta a revisiones si es necesario. Negó además que haya amenazado a los estudiantes del último año con aplazarles si no donaban los equipos mencionados.