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El hecho ocurrió dentro del templo parroquial de esta ciudad donde se realizó el acto de culminación del año lectivo del Colegio Parroquial Rosenstiel, en donde su director, el sacerdote Pedro Sanabria, indicó a los padres del estudiante afectado que retiren a su hijo de la formación, ya que no sería llamado para la entrega del diploma ni de su libreta de calificaciones, debido a que no pagó la mensualidad.
Esto sucedió el pasado 2 de diciembre, frente a todos los padres e invitados especiales.
El dirigente gremial Marecos señaló que lo ocurrido al alumno es totalmente ilegal y que va contra la Ley 5738, que garantiza los exámenes y la entrega de las documentaciones de estudio de los alumnos.
“Esto es inaceptable y exigiremos que el tema sea investigado, y al sacerdote (el director del colegio) le digo, si me está escuchando, que lo que debe hacer es confesarse y arrepentirse de este pecado, porque lo que hizo no está bien”, manifestó el docente.
Defensor del Pueblo tomó participación
El defensor del Pueblo, Miguel Godoy, llegó en la mañana de ayer a Pedro Juan Caballero a fin de intervenir en el caso y determinar si aquel hecho se puede caratular bajo el delito de coacción contra la libertad, cuya expectativa de pena es de hasta tres años de prisión.
“No puede ocurrir esta clase de hechos. Exponerle públicamente a un joven de esa manera es una miserable discriminación. Este sacerdote no podía someterle a semejante bochorno al estudiante”, afirmó el funcionario.
Godoy, tras ser recibido por el director de la casa de estudios, el cura Pedro Sanabria, solicitó que la prensa tuviera acceso a la reunión, petición que fue tajantemente rechazada por dicho cura párroco.
Sin embargo, el sacerdote llamó al abogado de la institución y a otras personas aliadas para que participaran del diálogo con el defensor del Pueblo, lo cual a su vez no fue aceptado por Godoy y se dio por terminada la reunión sin que se haya discutido el problema.
En conversación con Miguel Godoy, este señalo que el religioso en todo tiempo se mostró poco amable e incluso prepotente. “Me preguntó que hacía yo allí y si no pensaba sentarme”.
El defensor del Pueblo le indicó el motivo de su presencia, dijo, y a lo que el párroco le expresó sin amabilidad que ya conversó del hecho con los representantes del MEC y que ya no tenía nada que explicar.
“Yo solicité al sacerdote que dé un paso al costado” (renuncie al colegio), indicó el defensor del Pueblo, y que además le dijo que solicitará al MEC un sumario y la sanción correspondiente a la institución denunciada.