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LUQUE (María Teresa Blanco, corresponsal). El “pesebre hidráulico” de la familia Sabaté cumple este diciembre 59 años de tradición. Está instalado en la Quinta Sabaté, ubicada sobre las calles Yrendagué y Benigno González del barrio Bella Vista de esta ciudad. La atractiva y novedosa representación del Nacimiento de Jesús será habilitada al público del 22 al 30 de diciembre, de 18:00 a 23:00.
El 25 de diciembre, día de la Navidad, el pesebre estará abierto las 24 horas. El ingreso es completamente gratuito.
El encargado de mantener viva esta tradición es Esteban Sabaté, acompañado de su madre, Hermelinda Insfrán Vda. de Sabaté, y sus cuatro hijos (Marlene Beatriz, Viviana Otilia, Esteban Damián y Arturo). Cada año arman el pesebre navideño, combinando piezas de yeso, madera, plástico y cerámica.
La tradición se inició con Esteban Sabaté (patriarca de la familia) –ya fallecido– en el año 1953 con un pequeño pesebre instalado sobre la mesa, bajo la parralera. Desde entonces, el luqueño prometió ir ampliando la obra con el transcurrir del tiempo. Actualmente, cuenta con una dimensión de 8 metros de ancho y 9 metros de largo, 40 piezas móviles y más de 150 estáticas.
Casi 200 artículos
El pesebre de los Sabaté, con casi 200 artículos, parece tener vida propia. Entre las imágenes que se pueden encontrar, aparte de las figuras típicas del pesebre, están el pescador, el músico, el carpintero, el agricultor, las artesanas de karanda’y, ñandutí y de cerámica, la chiperita y la jinetera (amazona).
Además, el carrusel, el campesino y otros llamativos personajes que años tras año forman parte del atractivo nacimiento.
Esteban indicó que a partir de este año la nueva integrante del pesebre hidráulico es la “mujer tamizadora de maíz”.
Cada año unas 10.000 personas visitan la quinta de los Sabaté para apreciar el pesebre hidráulico. Muchos son extranjeros.
Sin embargo, lamentablemente, el departamento de Turismo de la Municipalidad de Luque no promociona el sitio como lugar turístico. Ni siquiera cuentan con información para brindar a la gente que consulta la dirección del “pesebre hidráulico”, pese a ser un atractivo en esta época del año.
“Es una pena que la Municipalidad no nos haga caso. Nuestra calle está deteriorada y proyecta una mala imagen para los turistas.
Además, este año ya llegó una familia alemana y me dijo que le costó llegar porque preguntó en la comuna de Luque y nadie sabía darle nuestra dirección; incluso decían que no conocían”, se lamentó Esteban Sabaté.