Pese al Fonacide, alumnos no tienen sillas pedagógicas

El presidente de la Asociación de Educadores del Este (AEDE), Felipe Carlos Mora, constató que varias escuelas de Ciudad del Este no tienen sillas pedagógicas ni baños apropiados. En la escuela del Km 9 Monday los niños usan la mesa del comedor o su regazo para escribir, por la falta de pupitres.

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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional).- Varias escuelas de esta comunidad no cuentan con pupitres, pese a que para el 2013 el Ministerio de Educación autorizó la compra de unos 5.000 muebles de esa clase con los recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).

Según manifestó el presidente de la AEDE, Felipe Carlos Mora, al recorrer las diferentes escuelas se puede notar que los mobiliarios no llegaron a destino.

El señalado dirigente junto con miembros del Frente Ciudadano verificaron ayer varias escuelas de Ciudad del Este y corroboraron que en la mayoría faltan sillas. Una de las sedes educativas que está en pésimas condiciones es la escuela Virgen de Fátima del Km 9 de esta capital departamental.

Pero en ese local escolar no solo faltan sillas sino que también todas las aulas tienen goteras, carecen de suficientes baños y los que hay están clausurados porque no tienen agua corriente.

“En el recorrido encontramos a los alumnos del cuarto grado que escribían en sus regazos; otros utilizaban una mesa del comedor debido a la falta de sillas pedagógicas”, refirió Mora.

Agregó que el profesor del citado grado, Arsenio Vázquez, se vio obligado a dictar las clases por varios días debido a que la pizarra quedó con mucha humedad luego de las continuas lluvias y le fue imposible escribir en la misma.

La directora, María Cardozo, afirmó que nunca recibieron los fondos de Fonacide. “Tenemos muchas necesidades, hasta el momento no hemos recibido ningún beneficio del Fonacide. Recibí ayuda de la Municipalidad y la Gobernación en construcción de aulas, pero de Fonacide nunca, nada”, expresó.

Deterioro

Cardozo indicó que “casi en todas las salas hay goteras; el primer pabellón tiene más de 20 años y nunca fue reparado. Es un peligro para los chicos porque se están rompiendo las tejas. Como directora hago malabarismos para solucionar los problemas; solemos pedir colaboración a los alumnos y mano de obra a los padres”.

Respecto a la reparación de aulas, dijo que hace meses fue visitada por una arquitecta de la Municipalidad local, quien llevó todos los datos y le prometió ayuda teniendo en cuenta que urge la construcción de más baños y la reparación de los techos, pero que hasta la fecha no tuvo respuestas de la Comuna, comandada por Sandra McLeod y la “colaboración” de su esposo Javier Zacarías, ambos de ANR.

A la escuela acuden unos 600 niños desde el jardín hasta el 9° grado. Además de la falta de sillas y de las goteras, los estudiantes deben traer agua en baldes desde los vecinos cuando necesitan ir al baño, debido a que ahí no cuentan con el vital líquido.

Hasta hace dos semanas utilizaban agua del parque Mercosur, que les cedió como donación, pero ya no son abastecidos.

La escuela del Km 9 funciona también como colegio del nivel medio, con cien alumnos en el turno tarde. La directora de esa área, Zuny Dávalos, explicó que debieron habilitar clases hasta en los depósitos por el aumento de alumnos. El nivel medio fue habilitado hace seis años y nunca lograron la construcción de ninguna aula más, divulgó la mencionada docente.

Fonacide millonario

Hace tres años, con ayuda de los padres, iniciaron la construcción de una solitaria clase, pero no pudieron terminarla por falta de recursos, pese a que el fisco desembolsa millones de dólares al Fonacide para que las municipalidades inviertan en las instituciones educativas.

Sobre dichos fondos, manifestó que “deberían ser utilizados donde más se necesita, y acá tenemos muchas necesidades”.

El abogado Crescencio Molinas, del Frente Ciudadano, indicó que lastima mucho ver tanta necesidad en las escuelas públicas, cuando hay millonarios fondos destinados a la educación que tendrían que usarse para solucionar esos problemas.

“Estas escuelas funcionan gracias al esfuerzo de los docentes y directores que con patriotismo ejercen sus tareas. Lástima que los fondos del Estado que deberían destinarse a la educación no lleguen, y ver a estos niños que no tienen pupitres y escriben en sus regazos”, dijo.

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