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La primera denuncia de mortandad de peces en el río Paraguay se registró hace ocho días en la zona de Villa Oliva, Ñeembucú, luego se sumaron denuncias en Villeta, Central y Puerto Antequera, San Pedro, lo que refleja que el problema se estaría registrando en todo el curso del río, considerando la distancia de más de 450 kilómetros existente entre Villa Oliva y Puerto Antequera.
En Alberdi los peces muertos comenzaron a aparecer el sábado 20 de enero y el lunes 22 la Secretaría del Ambiente (Seam) comunicó oficialmente que las causas podrían ser por contaminación generada por una cartonera ubicada en Villeta, que arroja sus desechos al río Paraguay, o por hipoxia (bajo nivel de oxígeno) provocado por sedimentos procedentes desde el territorio argentino por la Laguna Juana, afluente del río Paraguay.
En algunos ejemplares de surubí ya dañados y capturados en la zona de Villeta y Alberdi se observan manchas blancas, pero las personas igual los consumen. Los pescadores y las personas vinculadas a la pesca deportiva exigen que la Seam investigue la causa.
El director de biodiversidad de la Seam, Darío Mandelburger, explicó que las manchas blancas son signos de descomposición de los peces por estar en posición de buceo durante días a raíz de la falta de oxígeno. Añadió que no deben ser consumidos porque están contaminados por bacterias y podrían causar daños a la salud. No se descarte que sean señales de enfermedad.
Los síntomas de una persona afectada por consumo de pescado podrido son cefalea y molestias estomacales, que podrían ser leves o graves, precisó.
También indicó que la mortandad de peces suele ocurrir cuando se registran bajantes o crecidas de los ríos, pero que lo atípico en este caso es que solamente están pereciendo ejemplares grandes. En ese sentido, dijo que se tomaron muestras de agua en los lugares donde aparecieron los ejemplares muertos para determinar la causa, aunque no supo precisar en cuánto tiempo se podrá contar con los resultados de los estudios laboratoriales.
Dijo que por la descomposición que presentan los peces es difícil realizar los análisis para saber la causa de por qué solamente mueren peces adultos.
Como otro de los factores que puede estar ocasionando la muerte masiva de peces en diferentes puntos de la frontera acuática de los ríos Paraguay y Paraná, Mandelburger mencionó el aumento del nivel del río, que extiende la superficie cubierta de agua y causa un movimiento de suelo, por lo general contaminado con distintos tipos de desechos, y el desplazamiento de los camalotales.
Esto provoca en los peces un gran impacto y surte un efecto de ahogamiento, “porque sube esa turbiente por movimientos del agua y toda esa polución genera inconvenientes para los peces”.
Agregó que no solo hay surubíes y dorados muertos, “sino también hay carimbatá, mandi’i y pirañas afectados, pero no en gran composición”.
Insistió en que se manejan dos hipótesis como causa de la mortandad: la falta de oxígeno por exceso de sedimentos y la contaminación con desechos industriales provenientes presumiblemente de territorio argentino o de una cartonera de Villeta.
El funcionario anunció que tomarán contacto con gente del lado argentino, donde también se estaría registrando el mismo fenómeno.
Villeta
En un comunicado la Seam indica que fue intervenida una empresa cartonera de Villeta por contar con un caño que servía como bypass de la planta de tratamiento al cauce del río Paraguay. La verificación de la industria se realizó en el marco de infracción a la Ley 294/93, De Evaluación de Impacto Ambiental, y a la Ley 3239/07, De los Recursos Hídricos, agrega.
El intendente de esa localidad, Teodoro Gómez (PLRA), dijo que la mortandad de peces es normal en temporadas de crecida o bajante por la falta de oxígeno para la población íctica. Confirmó que en la zona de Guyratî los empleados de un astillero capturan con lanzas los enormes surubíes.
Puerto Antequera
Por otro lado, en Puerto Antequera hace ocho días también constataron la mortandad de peces en el río Paraguay.
Ayolas
En Ayolas (Misiones) los peces se concentran por miles (cardumen) en la superficie del río Paraná, como ocurre en cada temporada de desove, de acuerdo a pescadores de las islas. El fenómeno atrae a grupos de personas que capturan indiscriminadamente los ejemplares.