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En algunos baños, las canillas y las tuberías tienen pérdida de agua, así como las cisternas de los inodoros. Algunos retretes no cuentan con su asiento ni tapa.
Una usuaria que prefirió no dar su nombre lamentó las condiciones, señalando que la compra de una canilla tiene un bajo costo, pero por lo visto a las autoridades no les importa la cantidad de agua que ya se está perdiendo desde hace tiempo. “Si tiene un encargado de mantenimiento o el mismo director si recorre su hospital, se va a dar cuenta”, afirmó.
El insalubre aspecto de los sanitarios es preocupante, ya que desde allí bien pueden reproducirse gérmenes y bacterias que pongan en riesgo la salud de las personas.
Además, los pocos bancos con que cuenta el centro asistencial se encuentran en pésimas condiciones. Muchos de ellos ni siquiera tienen respalderos.
El director, doctor Gabriel Aguilera, manifestó que están haciendo todo lo posible para mejorar las instalaciones, y agregó que recibió un hospital sin recursos, que el presupuesto solo alcanzó hasta octubre, pero que mediante el Consejo Local de Salud están pudiendo dar algunas soluciones.