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YATAITY, Guairá (Carlos Ávalos, corresponsal). María Silvina Martínez (48) es una de las reconocidas artesanas de esta apacible comunidad, donde más de 2.500 personas se dedican al tejido del ao po’i. Junto a su madre Aurelia Martínez Cardozo (67) elabora las más finas prendas que le hicieron merecedora de un homenaje durante el Festival del Ao Po’i 2018 que terminó ayer.
María Silvina comentó que cuando tenía un año de edad sufrió una parálisis infantil que le dejó sin posibilidad de caminar. Sin embargo, eso no fue impedimento para destacarse en la elaboración de prendas de ao po’i, la joya artesanal que identifica a su ciudad.
Indicó que el magnífico arte de tejer el algodón nativo y de bordar el ao po’i lo aprendió a los 12 años de edad mediante las enseñanzas de su madre, doña Aurelia. Con ella, todos los días, debajo de un fresco árbol de mango ubicado en el patio de su casa en el barrio Tajamar de este distrito, teje y borda hermosos manteles, camineros, apliques para blusas y camisas, juegos de individuales, cubrepanes, artículos de crochet, entre otros; todos sobre pedido y personalizado de acuerdo al requerimiento de cada cliente.
Recordó que en su infancia, cuando iba al almacén en busca de provistas, el juez de paz de la ciudad en ese entonces, Cenén Casco le regaló su primera silla de ruedas, que de alguna manera generó un cambio en su vida.
Con el tiempo pudo mandar reparar su silla de ruedas mediante los ingresos que generaba con la venta de los magníficos trabajos que elaboraba en ao po’i, cuando todavía era una escolar.
Aseguró que el bordado de ao po’i es un noble trabajo con el cual se sustentan a diario muchas familias de la ciudad. Sin embargo, indicó que es necesario que el Estado implemente planes para fortalecer el sector con capacitaciones que tiendan a modernizar y potenciar esta joya artesanal de nuestro país que identifica a este pueblo guaireño.
Mencionó que falta que desde el Ministerio de Industria y Comercio se gestionen mercados a nivel nacional e internacional donde puedan vender a precios justos.
Por su parte, doña Aurelia Martínez dijo que toda la técnica de bordados en ao po’i la aprendió de su madre. Es un arte con el cual logró sacar adelante a sus 11 hijos que ya son mayores de edad y la mayoría se encuentra en el extranjero en busca de mejores horizontes.
Explicó que su única compañía es su hija María Silvina, con quien se dedica a pleno al bordado y elaboración de prendas de ao po’i. Señaló que continuará realizando este noble trabajo hasta que le falle la vista o hasta que Dios le diga: “basta”.
Las personas que deseen realizar pedidos pueden contactar con María Silvina Martínez a través del 0983-260361 o llegar hasta su modesta vivienda ubicada sobre la calle Estigarribia en el barrio Tajamar de este distrito.