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OBLIGADO, Itapúa (De nuestra redacción regional). Unas 20.000 toneladas de piedras fueron cargadas en ocho días en el tramo de 80 metros de largo por siete de profundidad de la ruta Graneros del Sur, “devorada” por el agua durante el temporal registrado el domingo 9 de abril. Esa cantidad corresponde a 200 cargas, de las 6.000 que se necesitan para completar la compactación del sitio dañado de la importante vía.
Los aproximadamente 80 metros de la ruta fueron arrastrados por las aguas del arroyo Poromocõ y del lago San Benito, al ceder la represa de la pequeña usina de la escuela agrícola San Benito, ubicada en Obligado.
Los 200 milímetros de lluvia registrados entre sábado 8 y domingo 9 de abril, sumados a otros 100 milímetros de la semana anterior, causaron el desborde de ambos recursos hídricos y sus aguas se juntaron. Eso generó una fuerza incontenible que “devoró” parte de la ruta Graneros del Sur”, dejando aisladas a unas 2.000 personas de Obligado.
Los trabajos para reconstruir la parte dañada de la ruta comenzó el lunes 10 de abril. El jefe del Distrito VII en Itapúa del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), ingeniero César Núñez, indicó que las tareas para reconstruir el tramo de ruta dañado va a buen ritmo. No obstante, no se sabe cuánto tiempo tardará la reparación de la capa asfáltica destruida.
Además de Obligado, por el temporal del 8 y 9 de abril fueron afectados pobladores de Alto Verá, Pirapó y José Leandro Oviedo.
El fin de semana último se produjo otro temporal en el nordeste del departamento de Itapúa. Ayer los municipios comenzaron el arreglo de los caminos.
Los más afectados fueron Edelira y San Rafael del Paraná. En este distrito, la compañía Aurora sufrió una granizada, que causó daños de techos de 15 viviendas, que ya se repararon, según dijo ayer la intendenta Gladys Rivarola (PLRA).
Por otro lado, al norte del departamento, la compañía Arequita de General Artigas, aún se encuentra aislada por la crecida del río Tebicuary. Los pobladores prefirieron quedarse en el lugar antes que abandonar sus casas y animales.