Investigan a una jueza de la Niñez y la Adolescencia

ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). La Superintendencia de la Corte Suprema de Justicia inició una investigación a la jueza de la Niñez y la Adolescencia de la Tercera Circunscripción Judicial de la República, Evelyn Peralta. La magistrada fue denunciada por violación de la Ley 879 “Código de organización judicial” que le prohíbe ejercer como abogada.

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La jueza fue convocada por la presidencia del Tribunal, a cargo de la Dra. Elsa Ketermann, para responder los cuestionamientos remitidos por escrito por la Superintendencia.

Según los antecedentes, Peralta fue denunciada por la abogada Zulma Núñez da Silveira, funcionaria judicial. La acusó ante el órgano superior de violar el Art. 238, Inc. “b” del Código de Organización Judicial, que taxativamente prohíbe a los magistrados “abogar o ejercer la representación de terceros en juicio, pudiendo hacerlo en sus propios asuntos o en los de sus padres, esposa, hijos menores y pupilos”.

La causa en la que intervino está caratulada “Teresa Fleitas sobre sucesión”, en la que se presentó como representante de Danilo Martín Núñez da Silveira, hijo de Carlos Núñez da Silveira Fleitas (fallecido), heredero de Teresa Fleitas.

La jueza Peralta estuvo casada con Carlos Núñez da Silveira, de quien se divorció el 2 de abril de 2014, según consta en sentencia definitiva dictada en dicha fecha.

“La jueza Peralta no puede actuar como abogada del hijo de mi hermano, Carlos Núñez da Silveira, porque con eso viola una ley, que prohíbe a los jueces abogar por terceros. Tampoco pudo actuar como parte, porque está divorciada de mi hermano y no tiene ya ningún vínculo familiar”, señaló.

El juzgado del cuarto turno en lo Civil, a cargo de Nilsa Benítez, hizo lugar al recurso de reposición planteado por la abogada Zulma Núñez da Silveira contra la el poder especial que le fue otorgado por Danilo Núñez da Silveira para intervenir en la sucesión.

La jueza Evelyn Peralta señaló que su interés fue simplemente orientar al hijo de su esposo, quien al no vivir en esta ciudad (reside en Buenos Aires, Argentina) no conoce a ningún abogado a quien contratar.

“El poder que me otorgó fue para que contrate un abogado que le represente y tal vez constituya una violación a las normas éticas, pero es discutible que sea un delito, porque depende del enfoque con que se lo analice, sostuvo. Aquí lo que hay es intención de esta gente de perjudicarme en mi carrera de magistrada”, afirmó.

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