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CAPIATÁ (Antonia Delvalle Castillo, corresponsal). Los que se llevaron la peor parte fueron aquellas personas que acudieron al centro asistencial para consultas, así como los pacientes internados en las salas. No solo los baños abiertos al público tenían problemas en el servicio de agua corriente, sino también los de las habitaciones, que estaban sin limpieza y despedían un fuerte olor nauseabundo.
El director del hospital, doctor Gabriel Aguilera, explicó al respecto que la situación sucedió porque la Junta de Saneamiento, que es la que provee el líquido, tuvo inconvenientes para abastecer a la gran demanda, atendiendo la intensa ola de calor de los últimos días.
No obstante, el galeno dijo que cuentan con un pozo con una motobomba, por lo que aseguró que nunca faltó agua en las áreas críticas, como ser la sala de Urgencias, el Área del Quirófano y el Laboratorio.
Al ser consultado sobre el aspecto de suciedad que presenta el hospital, el doctor mencionó que ello se debe no solo a la falta de agua sino también a la poca colaboración de los usuarios, que no son capaces de arrojar la basura en los tachos instalados tanto en el predio como en los pasillos.
En lo que respecta a los sanitarios, el director del hospital refirió que se debe también a la falta de educación de las personas y a otros inescrupulosos que roban hasta la tapa de inodoros.