Filas de bolsos, cascos y otros

LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). La odisea por la que atraviesan pacientes y sus familiares para conseguir un turno en consultorio o para estudios en el Hospital Regional de Luque resulta desesperante. En los pasillos del nosocomio se observan largas filas de bolsos, termos, cajas de yerba, carpetas, zapatos, entre otros elementos a la espera de que a las 06:00 se abran las ventanillas de admisión para que la gente tome sus lugares “reservados” con objetos.

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Ayer eran más de 300 personas de Luque y otras provenientes de Itauguá, Areguá, Limpio, Capiatá y otros puntos del interior de nuestro país.

En la mayoría de los casos se ven obligados a esperar hasta doce horas para lograr el objetivo: acceder al servicio de salud pública. Muchos se retiran sin conseguirlo y con la esperanza de mejor fortuna el día siguiente.

Un turno en la especialidad de diabetología es el más requerido. El hospital expide solamente quince números los lunes y otros quince los martes, pero con prioridad para las embarazadas.

El director del hospital regional, Dr. Miguel Ángel Sanabria, reconoció que la atención es deficiente, principalmente en diabetología. Los casos aumentaron y por esa razón nunca será suficiente, ni si tuviéramos más doctores para el área, dijo.

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