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LIMPIO (Rocío Portillo, corresponsal). Los trabajadores del hospital y pobladores se concentraron frente al hospital limpeño desde tempranas horas de ayer. En el sitio fue montado un escenario con equipos de sonido, y allí los oradores hicieron fuertes críticas contra el conocido médico sindicalista Carlos Cuba Ruiz Díaz, que soporta una serie de denuncias.
Entre los principales cuestionamientos figura la escasa productividad del médico, pese a percibir un salario de G. 27 millones. También la contratación sin concurso de su esposa, Lorena Morán, como profesional sicóloga en el mismo hospital.
Según denuncias, el ingreso de Morán, en febrero de este año, fue mediante la influencia del doctor Cuba. Nuestras fuentes aseguran que el galeno consiguió ubicar a personas de su entorno particular en el hospital.
“Este doctor no tiene productividad, pero gana millones. Él (Cubas) solo aparece por el hospital para amenazar a todos los funcionarios y prevalecerse de su amistad con el ministro de Salud, Antonio Barrios”, expresó Eulalio Gámez, organizador de la manifestación.
Gámez señaló que tanto los trabajadores de blanco como pacientes están cansados de este tipo de profesionales. Dijo que las protestas continuarán hasta conseguir que Cuba renuncie o sea trasladado del centro asistencial.
Por su parte, el director del hospital, Dr. Jorge Paredes, que también estuvo en la manifestación, trató de ladrón a Cuba, que en otro tiempo era su amigo. Le instó a devolver el dinero que cobró los meses en que no trabajó. Lamentó que el sindicalista no reconozca su error y deje de amedrentar a los demás trabajadores del hospital.
Los manifestantes culminaron la protesta con un recorrido por varias calles céntricas de la comunidad.
Pidió vacaciones
El sindicalista Carlos Cuba, luego de la aparición de las denuncias en su contra, presentó una orden de reposo por 72 horas en el hospital materno-infantil de Limpio. Luego, el 12 de diciembre último, solicitó vacaciones de treinta días.
Sin embargo, ayer en horas de la tarde acudió al centro asistencial y fue escrachado por los funcionarios presentes.
El sindicalista no tuvo otra opción que refugiarse en el área de urgencia neonatal.