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CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). El matadero La Serrana funciona a un costado del club hípico, detrás del barrio privado Altos Pinos. Acorde a la denuncia de los moradores y del subgerente del complejo habitacional, el olor a sangre, huesos, bosta y demás en todo el barrio es cotidiano y se hace más o menos pesado dependiendo de la humedad, el calor y la dirección del viento. Cuando llueve o en los días de intenso calor, la situación se torna inaguantable, aseguraron.
Además del olor, que a veces produce hasta jaquecas, los vecinos afirmaron que se enfrentan a moscas, a otros insectos y a alimañas que pululan en torno al matadero y que llegan a sus casas sin poder evitarlo.
Fermín Olmedo comentó que el problema lleva años sin resolverse. Los vecinos hicieron denuncias en la dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad local, los fiscalizadores verificaron el matadero pero nada mejoró.
Entretanto, en la mañana de ayer en el establecimiento pudimos observar cómo algunos empleados limpiaban el lugar después de la faena que, explicaron, se realiza por la madrugada. Vísceras y cuero estaban tirados al sol, mientras se higienizaba el sector interno.
El propietario, Carlos Vega, afirmó que el matadero está habilitado por la Secretaría del Ambiente (Seam), la Dirección General de Sanidad Animal, Identidad y Trazabilidad (Digesit), la Municipalidad y otras instituciones. Aseguró que trabajan higiénicamente y señaló que no recibió quejas de vecinos en los últimos meses.
Los alrededores del matadero eran menos poblados anteriormente. En los últimos años la zona se urbanizó y tiene mucha población, por lo que un establecimiento de este tipo genera inconvenientes a los vecinos.